Personalmente me gustan los libros de viajes y sobre todo los que cuentan la trama a través de él. Mi primer libro de aventuras fue Miguel Strogoff de Julio Verne y cuando me dejaron este libro, que estaba ambientado en la antigua URSS, no pude dejarlo pasar.
Hace treinta años que cayó el régimen soviético y llevamos un año muy duro, con muchas restricciones, que han hecho que movernos sea muy complicado al igual que en la antigua URSS. Dábamos por hecho cosas que de repente no podíamos hacer. Al igual que las dificultades y la falta de libertades que sufrió la protagonista, nosotros, por otras causas, también las estamos sufriendo. Pero a pesar de todo, ella, al igual que nosotros, las superó y en el camino descubrió que muchos de sus prejuicios caían, al igual que nosotros estamos descubriendo a personas y lugares, que, de otra forma, no hubiésemos conocido.
El libro está bien escrito y se lee fácil. Menos de trescientas páginas. Cuenta la historia de una médica, que decidió ir a estudiar oftalmología a Ucrania. Una vez que acaba sus estudios y antes de regresar a España, decide hacer un viaje desde el Báltico hasta el mar negro. Sorprende mucho que las cosas más sencillas, se convierten en cosas casi imposibles, según donde se estés. Creo que, sobre todo, a la generación de los ochenta gustará mucho, ya que vivimos esa época. Si se adaptase al cine, podría ser una película muy divertida.
¡Día del libro en Balder! 